Esta reflexión se basa en la leyenda (o quizá no tan leyenda) de un cartel que cuelga de las paredes del recinto del Manchester United, uno de los más exitosos equipos de fútbol inglés.Comienza con "las seis palabras más importantes" y va decreciendo hasta "la menos importante". Quizá tenga algo que ver con sus triunfos en la liga y con la capacidad de liderazgo de sus jugadores, así como el basar su filosofía en el trabajo en equipo.
"Las seis palabras más importantes: Admito que he cometido un error". La humildad es una cualidad que revela otras muchas virtudes; cuando una persona es capaz de admitir sus equivocaciones, no sólo se hace responsable de las consecuencias, sino que tiene en sus manos la opción de plantear soluciones o, al menos, evitar fallos futuros. En el campo de juego, como en la vida misma, también es un valor imprescindible y su ausencia supone culpar al resto del equipo."Las cinco palabras más importantes: Has hecho un buen trabajo". Un buen líder detecta los puntos débiles de los demás en cierta medida, pero de igual modo, es consciente de los aciertos. Además es necesario que transmita al equipo esa satisfacción."Las cuatro palabras más importantes: Cuál es tu opinión". Consultar a todos los miembros del equipo, del grupo, tiene como consecuencia directa una mayor implicación de cada uno de ellos."Las tres palabras más importantes: Si te parece...". Diplomacia, saber estar, paciencia. Tanto el líder como el resto del equipo deben dominar las habilidades comunicativas y ponerlas en práctica cuando se pide un esfuerzo extra o se quiere enmendar alguna actitud o comportamiento; de este modo podemos ser un poco más persuasivos."Las dos palabras más importantes: Muchas gracias". Este aspecto guarda mucha relación con la humildad. Debemos agradecer el trabajo de los demás aunque a veces no sea tarea fácil o lo pasemos por encima. Los resultados siempre repercuten positivamente en la consecución de objetivos."La única palabra más importante: Nosotros". El equipo es el centro del trabajo, el núcleo a la hora de liderar. La clave reside en no considerarse ajeno al mismo, sino tener un sentido de pertenencia al mismo."La palabra menos importante: Yo". Ésta es la palabra a la que menos importancia hay que darle, en los discursos, en la estrategia de un equipo, incluido aquel que lo lidere. No quiere decir que desaparezcan los valores individuales, sino que éstos deben perseguir siempre el beneficio grupal, por encima del individual.Aparecen en esta relación valores como humildad, responsabilidad, ser agradecido, comunicar, paciencia, todos ellos relacionados con superar metas, objetivos, cuando tenemos la posibilidad de trabajar en grupo, en equipo.Ya hemos visto que el trabajo en equipo hace que lleguemos aún más lejos, que el beneficio del grupo sea para todos y cada uno de sus componentes; pero para eso hace falta una actitud de predisposición por parte de uno mismo.Es una buena idea que el vestuario de un equipo de fútbol tenga claras cuáles son las palabras más importantes enmarcadas para la lectura de las mismas todos los días: es un mensaje que va quedando residente en nuestro inconsciente y hace mella en él para que sea más efectivo.El resultado es muy positivo: poder lograr esos objetivos con la ayuda de todos y abrazar el éxito en compañía, algo realmente motivador.
jueves, 5 de marzo de 2009
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